lunes, 23 de enero de 2012

14

Pasé la noche bastante.. Movida. Pesadillas, sueños inquietantes. ¿Todo eso lo provocaba el estar mal con Sergio? No soporto no poder dormir, luego tengo una cara que te quedas muerto. Me levanté , llevaba ya varios minutos despierta, no sé por que pero casi siempre me pasaba. Me puse las zapatillas peludas de color blanco, manchadas, como siempre. Me salí de la habitación bostezando. Era lógico tener sueño, no había parado de dar vueltas en toda la noche y de pensar en Sergio. Era domingo, y mis padres no estaban en casa, me extrañé pero luego conseguí recordar a pesar de mi profundo sueño. Mi abuelo. Posible mente eso también me robó mi  noche de sueños pero, ahora me da igual. Me preparé el desayuno de siempre cola-cao y galletas, llamaron a la puerta y me aproximé, sin mirar por la mirilla. Sergio. Me paralicé.
-¿Po..podemos hablar? - Titubeó
-No, ¿que quieres Sergio? Estoy ocupada.
La verdad, no lo estaba.. pero quería aparentar que no me importaba que controlaba la situación y no estaba mal, no me quería mostrar débil delante de él. Le notaba un poco.. Triste.
-Lo siento Ari.. perdona me.. no .. no se lo que me pasó
Miré a otro lado escuchándole atenta.
-Ese día bebimos y ..
-¿¡Y que!? ¿Cada vez que bebas pasará lo mismo?
Me estaba alterando cada vez mas. La verdad me daba igual si había bebido o que.
-No.. Tienes razón y entiendo que estés así conmigo pero es que..
-¡Es que que!
-¡PUES QUE TE AMO!¿¡VALE!?
Se fue. Entré en casa , incrédula.
Tome mi vaso de leche  pensativa. De vez en cuando miraba el portátil que le encendí, no había nadie que me hablara, como de costumbre.
Llamaron a la puerta y pensé que sería Sergio , abrí sin pensármelo dos veces. Esta vez no era  él si no Pablo.
-No hace falta que vengas a mi casa corrieeeeeeendo ni nada a  contarme todo.
-Pablo , lo siento es que no estoy muy.. bien como para hablar de eso ahora.
-Bueno pero habíamos quedado..
- ¿Si? -me miré, mi pijama
-Si , pero estas muy favorecida así..
Me empecé a reír. Pablo sabía como sacarme una sonrisa, me agarró de la cintura y me metió en casa. Me dio un beso en la frente y sonreí dejando de reírme. Cerré la puerta.  Se sentó en el sofá y yo sobre él.
-Es que para tí favorecida hasta cepillandome los dientes.
Nos empezamos a reir como niños pequeños.
-Gracias- susurré
-¿A mi por que?
-Por hacerme sonreir.
Sonrió y me acurruco contra su pecho y yo me acurruque como una niña pequeña. Me sentía protegida entre sus brazos y eso, me hacía ser.. FELIZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

En capitulos anteriores..