jueves, 6 de diciembre de 2012

22

Él posó su frente en la mía agarrándome de la cintura.
-Nena, todo va a salir bien
Sonreí, acaricié su traje mirándole y le ajuste la corbata. Acaricié sus mejillas, me encantaba cuando tenia barbita y raspaba, a veces, rozaba mi mejilla con la de el, como hace Sira entre nuestras piernas.
Llevaba esperando este día mucho, por fin era el día.
Salimos de mi casa, estaba nerviosa, como un flan y él, él como siempre tranquilizandome, susurrando  que me ama.
Mis nervios empezaron a aflorar, mis mejillas se sonrojaron y me sudaba la mano. Vi a lo lejos mis compañeros de promoción y fuimos hacia ellos.
-Ho..Hola- susurré cuando llegamos y mientras daba dos besos a los demás.
Vi a los profesores, notaba el nerviosismo y sonreí mientras le abrazaba por la cintura, mimosa, como siempre.
-¿Quieres beber un poco de agua?- preguntó tan atento como siempre.
Negué con la cabeza. Apenas me salían las palabras.
-Ari, Ari... - Dijo una voz extrañamente familiar
-¡OH DIOS!- Dije girando y viendo quien era, enseguida fui a abrazarla.
Era ella. Silvia.
-Que guapa estas.
Empecé a reír mientras me sonrojaba, él, mi novio, nos miraba apartado.
-Tú si que estas guapa- la bese en la mejilla y se quedo a mi lado mientras hablamos todos.
Llegó la hora de entrar y soltar el discurso.Así lo hice. Derramando varias lágrimas.
Notaba a la gente un poco triste pero a la vez contentos. Baje las escalerillas y me senté al lado de mi novio y de Silvia.
Al fin acabo todo y nos fuimos al bar donde íbamos en los recreos y nos tomamos algo. Yo estuve con el casi todo el rato.
-Te amo... - susurró.
Sonreí y le di otro pico
-¿Sabes?
-¿Que sé?
-Que me encantas, que eres genial, que gracias por compartir tu vida conmigo...
Empezó a reír sonrojado. Al verle reír pensé que lo hacia de lo que había dicho, que había quedado en ridículo.
-¿Q.. que pasa?
-Que tu si que eres genial.
Al cabo de un rato salimos del bar y comenzamos a andar hacia casa.
-Jo, me asustaste.

sábado, 1 de diciembre de 2012

21

Ha pasado demasiado tiempo desde la ultima vez que os relaté lo que paso. Pablo resultó ser un inepto, un hipócrita y bueno, Marcos... Que puedo decir de él, que es genial. Que me encantan sus ojos, y su forma de hablar, pero...no, ya no. Me he dado cuenta que no sirvo para el amor y... bueno, lo pasé mal, diría que bastante mal, pero eso me ayuda, ahora soy fuerte y me he dado cuenta de que... Bueno, las cosas buenas se hacen de esperar y basta que no busques lo que quieres para encontrarlo. Hoy  tengo que leer mi discurso y estoy nerviosa, voy a repasarlo.
Deje de escribir en el ordenador y cogí una bonita hoja donde estaba escrita, empecé a recitar en voz alta.
Respiré hondo y empecé.
Hoy es un día especial el cual no olvidaremos jamas. Juntos pasamos buenos y malos momentos pero sé que a pesar de todos somos amigos, grandes amigos. Hemos tenido nuestros más, nuestros menos pero estoy segura de que, al menos a mi, me va a costar demasiado olvidaros -intenté no llorar mientras seguía leyendo-   Aun nos quedan grandes momentos, no todo son sonrisas y felicidad, también hay lágrimas y sufrimiento, pero sé que si hoy estamos aquí es por que nos lo merecemos. Gracias. -me limpie una lágrima.
Suspiré mirando la hoja y de repente entro Sira, mi gata. Han pasado tantas cosas que se me olvida contaros... Bueno, el caso es que me empecé a vestir y  a maquillarme.
Llamaron a la puerta y abrí. Él se quedo boqui-abierto y yo empecé a reír sonrojada. Vestía un vestido rojo burdeos de tirantes. El pelo estaba agarrado solo dos mechones a cada lado sujeto por dos orquillas.
-Pr..preciosa- dijo titubeando.
-Anda, pasa- le deje sitio sonriendo.
El iba en traje. Estaba raro por que normalmente viste en chandal.
-¿Estas nerviosa?
-Muchisimo...
-Estas preciosa, en serio.
-Gracias amor.-Le dí un beso en los labios, corto.

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